Es frecuente que los trabajadores soliciten anticipos de nómina a sus empresas o incluso préstamos destinados a usos personales. Recuerde qué diferencias existen y cómo deben tratarse:
En el caso de que no se pacten intereses o se pacten a un tipo inferior al interés legal, este tipo de operaciones pueden suponer una retribución en especie a favor del empleado que estaría sujeta a tributación y por lo tanto, también sujeta a ingreso a cuenta del IRPF.
ANTICIPOS:
Para que no exista retribución en especie, el adelanto solicitado por un trabajador debe tener la consideración de anticipo. No obstante, hay que tener en cuenda que la cantidad entregada debe limitarse a los salarios ya devengados (el trabajador tiene derecho a percibir, sin que llegue el día señalado para el pago, anticipos a cuenta del trabajo ya realizado) por lo que será obligatoria para la empresa si lo solicita el trabajador.
PRESTAMOS:
En el caso de que la cantidad solicitada supere las cantidades ya devengadas, se tratará de un préstamo, por lo que podría suponer una retribución en especie consiste en la diferencia entre el interés que se cobre al trabajador y el interés legal del dinero (el 3,25 % en 2023) y, sobre ella, la empresa debe realizar el correspondiente ingreso a cuenta a favor de Hacienda.
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